¡Al agua patos!

La hoja del calendario del mes de julio está llena de cruces rojas. 5, 6, 8 y 12. He tenido el placer de poder hablar, chatear e intercambiar unos correos con los protagonistas. Miche y Fono han llegado a los 30, barrera psicológica, que no es más que eso, una cuestión mental. ¡Felicidades chicos!, parece mentira, pero nos conocimos hace muuuchos años atrás. Superando la treintena, aunque no lo parezca físicamente, mi abuela también cumplió años. Anda preocupada por lo que como y dejo de comer y se asusta por cómo pueda afectarme lo que ocurre en Australia (no sabe que nos separan 10 horas de avión). Abuela, estoy bien y pronto lo podrás comprobar con tus propios ojos. Aunque no sea su cumpleaños, también me gustaría recordar a tía Petra, está fastidiada. Cosas de la edad. ¡Un beso tía! Ayer fue el turno para mi padre. Alonso se me adelantó y ganó su carrera, un buen regalo para el “Presi”, como le llama uno de los homenajeados. Padre, ¡felicidades! Espero que pronto podamos estar juntos para intercambiar pareceres.

Para combatir el calor que nos hace sudar de lo lindo he comenzado a ir a la piscina a nadar. No difiere mucho de las piscinas municipales de España. 25 ó 50 metros de agua divididos en calles atestadas de gente que nada o que por lo menos lo intenta. El horario es matutino, muy matutino. A las 6.30 am la piscina se encuentra copada de ávidos nadadores equipados con todo tipo de artilugios para que no les entre agua por la nariz, para que puedan respirar bajo el agua y otros que no sabría definir muy bien. Los chinos no son muy acuáticos, pero lo intentan. El jueves que viene volveré a la piscina, dos días antes de que se celebre la ceremonia de apertura del Campeonato del Mundo de Natación que se celebra en Shanghai.    

Tal vez sea la noche, tal vez sea el día. No hay sol que salga con el que nos planteemos un nuevo reto, una nueva perspectiva. Sabemos que la situación en España no es buena (las noticias vuelan), pero también somos conocedores de que el que arriesga e innova en estas situaciones son los que ganan, de un modo u otro, pero siempre ganan. ¿Qué ocurre en nuestro país? ¿Por qué nos encontramos aletargados? El miedo se apodera de todos nosotros, nadie mueve la primera ficha y la economía se hunde. El flujo de dinero es la clave, aún más en escenarios como el nuestro. En cambio, nadie quiere abrir la cartera, por miedo a perder todo lo que tenga dentro, por muy poco que sea. Nosotros desde aquí animamos a todos aquellos aventurados que tienen la mente puesta en un sueño que comienza a tornarse en realidad. No siempre hay que ir de la mano de un predecesor que nos allane el terreno, en ocasiones somos nosotros los que tenemos que trazar el camino. Y si alguno de vosotros está pensando en invertir en China, exportar o importar, aquí estamos para ayudaros.

El pasado sábado se puede decir que disfruté de un auténtico día en el campo. Nuestra amiga Sofía nos invitó a una granja de productos orgánicos. Salimos de la ciudad, cerca del delta del río Yangtze, allí donde el cielo es más azul y la brisa de deja sentir. Los dueños aventuraron a decir que Shanghai es la ciudad de China en la que más productos químicos se echan en las verduras por metro cuadrado. Cuanto menos desconcertante. Ellos aseguraban que eran de los pocos que se escapaban de esa salubridad cuestionada, que sus campos crecían junto a un río potable y que no decepcionarían a sus clientes. Por una vez me tocó un premio en un sorteo: una caja de melocotones, de piel fina y tersa y con un gran contenido en agua :p

Palabra: cumpleaños.

Charles Wadsworth "Cuando un hombre se da cuenta de que su padre tal vez tenía razón, normalmente tiene un hijo que cree que está equivocado".