jueves, 21 de julio de 2011

Desde China con amor


No sabía lo grande que era la casa hasta hoy.
 
Estos días está teniendo lugar en la ciudad de Shanghai los Mundiales de Natación que organiza la FINA. El acontecimiento no está siendo seguido por masas, a pesar de que el equipo chino es uno de los favoritos, por no decir el mejor. Las piscinas presentan un aforo a la mitad de su capacidad, sin embargo, para la semana que viene ya no quedan entradas. Comienzan las pruebas de natación: libre, espalda, braza y mariposa. 

Como no podía ser de otra manera, las medidas de seguridad son un tanto exageradas. La presencia policial en los aledaños de las fastuosas instalaciones deportivas nada tienen que envidiar a las de unos Juegos Olímpicos o un Mundial. Los chinos se toman muy en serio este tipo de acontecimientos y no quieren que ocurra nada. Sin embargo, resulta curioso ver pulular a sus anchas a los reventas entre tanto policía y segurata y que nadie diga nada. Aquí el típico reportajillo de cámara oculta de una reportera hablando con un reventa no tiene cabida.  

 
 

Para poder disfrutar de las tres piscinas y del recinto anexo es imprescindible comprar una entrada. Los precios oscilan entre los 30 y 480 RMB (entre 4 y 50 €). Merece la pena darse un paseo por el lugar y contemplar este homenaje al agua. Para ser China la afluencia de público está siendo comedida. La natación no parece que sea un deporte que les entusiasme. Una vez dentro del pabellón y cuando sale a escena un deportista chino la cosa cambia. La gente estalla de júbilo y mueven al unisono sus hinchables, gentileza de los patrocinadores, para hacer ruído. Es un público deportivo, respetuoso con los rivales, que no enemigos y agradecidos a la hora de valorar el esfuerzo de los nadadores. 


Por lo que he visto en las películas y en las series norteamericanas, los chinos tratan de emularles. La prueba deportiva se concibe como un espectáculo. En la grada se puede disfrutar de comida, bebida y articulogios para aplaudir más fuerte. Antes de la entrega de medallas, la espera se ameniza con el denominado huge moment. La cámara busca y enfoqua a dos personas para que se den un abrazo, el gentío les regala una ovación, mientras se ríen. Fue divertido ver al cámara enfocar a un polícia y un trabajador de la piscina. El policío huyó. 



 Parece que este tipo de evento deportivo es una tontería, pero no lo es. Así por lo menos lo entienden los chinos. En los últimos años solicitan ser sede de cualquier acontecimiento: Juegos Olímpicos, Expo Universal, además del Gran Premio de Shanghai y su Master 1000 de Tenis. Esto se traduce en nuevas instalaciones que requieren la mejora de la ciudad que lo organiza, genera puestos de trabajo y una resonancia a nivel internacional que no se paga con dinero. Entiendo que España no puede aspirar a todo lo que aspira China, pero no comprendo como España no sigue a sus deportistas por el mundo. Si te interesan los Mundiales de Natación que se están celebrando en Shanghai del 16 al 31 de julio visita estas páginas:

El País. Reportajes y entrevistas de Diego Torres. Un grande del periodismo deportivo. 
FINA 
ABC unos "amigos" hacen lo que pueden aquí.


Palabra: agua.

El gran R. Sterling de Mad Men reflexiona “No me acostumbro al hecho de que la mayor parte del tiempo parece que no estamos haciendo nada”.

5 comentarios:

  1. Bonitas instalaciones. Por aquí volvemos a las aspiraciones para Madrid 2010 ¿A la 3ª la venciada?

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  2. Sí, vamos a ver,volverá a ser difícil. Madrid 2012, 16, 20, 24, 28, 32....

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  3. Serie creciente con límite infinito.

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  4. Algunos chinos aún no valoran este tipo de competiciones y se mueven por masas... y eso que sus nadadores están plantando cara a las españolas y rusas!
    Pronto volverá a hacerse más pequeña la casa,
    M.

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  5. ¿Y cómo son esos artilugios para aplaudir más fuerte? Lo que no tengan los chinos...

    ESC

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