jueves, 17 de diciembre de 2009

Pongamos que hablo de Madrid

Creer que hemos dado marcha atrás, que nada de lo sucedido en Beijing realmente ocurrió. Después de una semana en nuestra tierra, en nuestro país, sentimos que la vida que dejamos permanece sin grandes variaciones. Pero un año no pasa en vano para nadie, ni para aquellos que ahora nos rodean ni para nosotros mismos. Pequeños contratiempos, problemas o gratificantes sorpresas que llegan a veces sin razón ni explicación han provocado un cambio de personalidad en algunas personas, ese al que nosotros estamos tratando de adecuarnos. ¿Las cosas han cambiado tanto o a caso somos nosotros los que lo hemos hecho? España siempre será nuestro país y aquí es donde más a gusto nos sentiremos aunque todos vayamos adquiriendo una forma diferente.
.

Volver a casa no requiere un periodo de adaptación, si de aceptación de los cambios que han ocurrido mientras estuvimos fuera. Casi un año es demasiado tiempo como para que no ocurra nada. Desde la distancia no era fácil adivinar que estaba sucediendo en la madre patria, después de más de una semana por Madrid parece que vamos cogiendo el ritmo a la que nunca dejó de ser nuestra ciudad.

Con vuestra reacción al reencontrarnos parece que nunca nos fuésemos, sin duda, una prueba de la confianza que hay entre vosotros y nosotros. Qué alegría seguir siendo “uno de los nuestros”.

William Shakespeare dijo: "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos".

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ni hao Madrid


Esta mañana me he levantado con la sensación de haber dormido once meses. He desayunado galletas de chocolate enriquecidas con fibra y un vaso de leche semidesnatada. A continuación me he vestido, no sé muy bien con que propósito. Abrochándome el penúltimo botón de mi camisa me ha llamado la atención su cuello estilo Mao. ¡Ah, que al final me fui a Beijing! Las maletas preparadas y un papel impreso con el código de un vuelo Shanghai-Estambul-Madrid me dicen que estamos de vuelta. Hoy es el día en que la tristeza deja su hueco a la alegría, tal y cómo os prometimos en el primer post.



Cuando los instantes superan a las palabras, cuando los sentimientos son inexplicables, cuando una etapa de nuestra vida termina. El tiempo marca nuestro pasado, presente y futuro. A partir de ahora, la ciudad de Beijing irá ligada a un cambio de mentalidad y a unos principios que siempre soñamos tener. Hoy volveremos a sobrevolar los Urales pero esta vez dirección oeste, de camino a casa. Dieciocho horas de viaje nos harán reflexionar sobre lo que nos ha aportado la capital de China, sobre los contratiempos que nos han hecho madurar a marchas forzadas pero, especialmente, sobre un nuevo proyecto de futuro, aquel en el que nosotros creemos. Estamos deseando abrazaros…



Jean Paul Sartre dijo: “Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”.


Powered by Blogger Widgets


Desde

A
Salida

Regreso

Adultos

Niños
Bebés