jueves, 16 de julio de 2009

La nave del misterio aterriza en Bj


Regreso a casa cansadita y después de haber vivido muchas aventuras en Oriente!

Hace 15 días me encontraba en el aeropuerto de Barajas para coger un vuelo hacia unas tierras completamente nuevas para mí. Al llegar al aeropuerto, mi gran compañera de viaje y yo, fuimos al reencuentro de nuestros amigos que nos esperaban con ilusión en el aeropuerto, los cuales nos han acogido con mucha amabilidad en su casa y nos han guiado por la gran ciudad de Beijing. Gracias a estos dos grandes compañeros (Mónica y Galo) he podido conocer un poquito la cultura China y aprender algo del idioma (Peichin jie….).

Me encontré en una gran ciudad con 4 personas desconocidas para mí, pero poco a poco fui conociéndolas y entablando amistad con ellas. Estuve unos días con una pareja de aventureros que nunca olvidaré (Raquel y Carlos), con los cuales compartí paseos nocturnos, cenitas, sonrisas, charlas en la Gran Muralla, etc.


Poco a poco fui conociendo la ciudad gracias a la ayuda de mis compañeros y dándome cuenta de que la forma de vivir de las personas que habitan este gran país es muy diferente a la que todos podemos imaginar. Sólo 15 días he podido estar pero me ha servido para poder ver una parte del corazón de Beijing y sus grandes tesoros. Comenzamos nuestra visita al país con un plato fuerte, La Gran Muralla China, donde pudimos disfrutar de algo único y maravilloso. Era un lugar en el que podías sentir una gran tranquilidad y bienestar. A partir de ahí no paramos ni un solo día, desde la Ciudad Prohibida hasta un hutong en el centro de Beijing. Muchos sitos son los que he podido ver: Templo del Cielo, Centro del universo, Plaza de Tian´anmen, etc. Pero en estos quinces días también he podido disfrutar del mundo de las compras.

Llegué con la maleta casi vacía y puedo decir que me voy con ella hasta arriba. Siempre quedara en el recuerdo esos grandes mercados en los que he comprado zapatillas, gorritos, camisetas, lugares que nos resguardaban cuando empezaba a llover (Sanlitun,…..). Disfruté del arte del regateo, aunque la experta en ellos en verdad era mi compañera de viaje (Carol) y pude aprender alguna que otra palabrilla china.


La gastronomía era algo que me preocupaba pero según pasaba el tiempo me iba dando cuenta de que mis miedos eran innecesarios y surrealistas. He disfrutado de sabores nuevos y otros un poco peculiares, como la estrella de mar. Pero también es verdad que no sólo disfruté de comida china, sino que también visité algunos restaurantes variados: italiano (Annie´s), taiwanés, vietnamita.

Muchas aventuras he podido vivir en este gran viaje, las cuales me han hecho ver este país desde otro punto de vista diferente con el que vine al principio. Siempre quedará en el recuerdo esas partiditas al dominó, las charlas de política en la cena, los cafecitos en el Starbucks…

Sólo me queda dar las gracias a Mónica y a Galo por acogerme en su hogar y ayudarme tanto en mi pequeña aventura. Espero volver a ver a esos dos aventureros (Carlos y Raquel) en otro viaje y deseo que todo les vaya bien, y como no dar las gracias a mi gran compañera de viaje (Carol) que me ha hecho disfrutar al máximo del viaje.

Hay una palabra para describir todo lo sucedido: ÚNICO.

1 comentario:

  1. Mira que bien escribe Vero,otra persona que le gusta china,me alegro mucho.
    Unos vienen y otros van,que entretenidos estais.
    Disfrutar mucho.
    Besitos
    (MILI)

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