En un mes he podido practicar diferentes tipos de turismo, todos con un encanto, muy distintos el uno del otro, pero todos ellos me han mostrado lo especial de un país tan diferente para nosotros como este.
Siempre hay cosas que dejas por ver en una ciudad tan grande como esta, pero sabiendo que venía un mes, también quería ver rincones de la ciudad escondidos para aquellos que vienen con el tiempo justo. Este tipo de turismo lo dejé para el último, y en mi opinión es el que realmente te enseña la cultura china. Hay hutones escondidos cerca de lugares conocidos que muestran la verdadera vida china, es increíble ver cómo viven aquellos que menos tienen, ver sus caras cuando ven un occidental y ver esa gran sonrisa de los niños al mirarte; el barrio musulmán, algo realmente curioso con una mezquita de construcción china pero con letras musulmanas; o simplemente, un paseo por la noche para ver el Huevo, la Plaza de Tian’anmen vacía y la entrada de la Ciudad Prohibida iluminada con tanta gente alrededor haciendo la noche junto a la gran foto de Mao en su entrada.
Una experiencia divertida y curiosa, aunque un poco peligrosa fue el montar en las motillos que muchas veces hacen de taxi, aunque no esperéis comodidad ni tranquilidad, sobre todo si entre ellos se ponen a echar carreras y a meterse en dirección contraria, que miedillo que pasamos en algún momento de ese recorrido.
Aunque, sin duda alguna, la experiencia más curiosa de esta semana, fue la visita al Mausoleo de Mao, merece la pena estar allí a las ocho de la mañana y esperar esa gran serpiente de gente que en ningún momento llega a pararse, son cuatro horas al día durante las que miles de personas posan sus miradas en el cuerpo de Mao, algo que no será fácil de olvidar.
Uno de los lugares más especiales de Beijing es el Distrito 798, aquella antigua fábrica que ahora actúa como galerías de arte. Va a ser difícil de olvidar algo como aquello, una visita obligada para todos aquellos que decidan viajar hasta allí.
Con esa llegada tan esperada a mediados del mes de Emi e Inés, llegó el momento de practicar un turismo muy especial, y el más rico de todos, un turismo gastronómico con el que pudimos disfrutar de esa comida que tanto nos gusta a todos, aunque echamos mucho en falta poder llenar dos sillas más en las mesas con aquellos que tanto nos han unido, estar aquí con todos vosotros hubiese sido increíble.
Conocimos restaurantes realmente buenos, quizá los mejores de todos los que hemos probado en un mes. Para mí, sin duda, el mejor de todos el Din Tai Fung, un lugar que mis tíos nos enseñaron y en el que se comen las mejores empanadillas de Beijing, las echaré de menos, me acordaré de las “seafood ” y de los postres tan ricos de futas...; el Najia, un lugar difícil de encontrar pero que merece la pena buscar y disfrutar de la decoración del lugar y de lo más importante, su comida; el Nuage su comida vietnamita nos ha hecho sonreír muchas veces en este mes, sus rollitos de cangrejo, sus gambas con curry, ese calamar hecho de forma diferente, su variedad de pescado, su piña con sésamo…, esa comida que tan buena despedida me ha dado.
Hay veces que no todo sale como uno planea. Ahora me acuerdo la ilusión que me hizo cuando me disteis la noticia de la posible escapada a Shanghai, fuimos a por los billetes del tren y, de repente, nos encontramos con la sorpresa de que la única forma de viajar es en asiento duro, pero, la ilusión que teníamos de pisar de nuevo esa ciudad que me acogió durante un mes pudo con todo. Como he dicho antes, no todo sale como uno planea, y una fiebre en mal momento me hizo quedarme sin una experiencia en el tren que ahora deseo no vivir.
Con esa gran compañía llamada Vero, conocimos Beijing de forma diferente, esta vez fue a base de monumentos y caminatas en la ciudad, especialmente disfrutando de la arquitectura del Soho, aunque también con visitas no tan turísticas como al parque Long Tan, el parque de los dragones que tan cerca estaba de lo que fue nuestro hogar durante un largo tiempo, un parque especialmente bonito y tranquilo, la visita al gran oso panda de Beijing, o algo muy especial, el espectáculo de Kung Fu del Teatro Rojo, el cual hay alguien en Beijing que representa muy bien sus sonidos, ¿verdad?
Por fin, después de tantos meses esperándolo, llegó el momento de despedirnos de las tierras españolas para comenzar una experiencia que nunca olvidaré, esperando a que el avión aterrizase en la terminal tres del aeropuerto de Beijing y que se abriesen las puertas para poder cruzar esa mirada con la persona que tanto quiero, esa mirada que tanto he deseado, la verdadera razón de mi viaje.
Será imposible olvidar todo lo vivido este mes con vosotros, muchas gracias por enseñarme tantas cosas y rincones y por hacerme disfrutar como lo habéis hecho, ¿quién va a parar ahora los taxis? jeje.
Desde luego es toda una experiencia viajar a China, de nunca acabar, se me hace tan grande, aunque tan lejano para mi.. que sólo leyendo esto soy capaz de imaginarmelo como algo cercano... incluso como un próximo viaje en un futuro no muy lejano =)
ResponderEliminarSe nota que las dos aventureras que se han volcado en el viaje se lo han pasado genial, han disfrutado y sobre todo han conocido un trocito de pais totalmente nuevo, aunque para una más que para la otra =D
Sólo de escuchar a Carol hablar de China, se me antoja ir para vivirlo yo también.
Te he echado mucho de menos!!!
Nerea
Que bonitos esos momentos vividos,nunca lo olvideis,esto es lo que merece la pena en esta vida,no perdais esa comlicidad que sabiamos que tenias y nos habeis demostrado con esas fotos tan chulas.
ResponderEliminarGracias,por ser así....
Nos haceis sentirnos muy felices.
Os queremos mucho
(mili)
Después de leer lo bien que se lo ha pasado Carol y todo lo que se puede ver y hacer en Beijing, empiezo a pensar seriamente en la posibilidad de irme un par de meses con vosotros, je,je es broma...sólo estaría un mes.
ResponderEliminar¿Puedo?
Esclaramunda
Qué recuerdos Carol...Me hacía ilusión pensar que en todos los sitios que ha citado hemos estado también nosotros...Espero que las mosqueteras se empapen bien del viaje porque es irrepetible. Chicos espero que todo os vaya bien. Zaijien!
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