Uno cuando aterriza en Beijing no espera que en menos de 24 horas su hogar, sus amigos y sus costumbres ya no parezcan estar a miles de kilómetros gracias al acogedor abrazo que sale de la ventana del piso 1701 de Peixin Jie. Y es que en solo diez días uno ya se siente como en casa. Durante nuestra estancia en la capital china hemos descubierto muchos de los encantos que ofrece esta gran ciudad: sus sabores, sus olores y los gestos de la gente que han sido suficientes para mostrar el mejor cuadro de esta gran ciudad, donde los contrastes se hacen visibles en cada esquina, en cada parque y en cada “ni hao” que los ciudadanos ofrecen al pasar…
Donde la ciudad dejo de ser prohibida,
y el suelo es un lienzo al escribir.
Dame un té como última bebida,
pongamos que hablo de Beijing.
Sus nidos son de vigas de metal,
¿Bohemios? 7.9.8. Art Distric
mercado de la seda: 10 Yuan!!!
pongamos que hablo de Beijing.
Esconden el verano en un palacio,
color rojo, fragancia de jazmín;
metro Ciqikou fue nuestro abrazo,
pongamos que hablo de Beijing.
Final del viaje, el sueño calla,
no sólo quedara Paris;
traspasando la muralla:
Galo, Mónica…Pekín.
chicos desde filandia tambien se lee vuestro blog ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra cálida acogida..................Besos!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPero Eva, qué te hiciste en el pelo???
ResponderEliminarQué valor!!!!!!!!!!!!!!
Madre mia, cuanto talento hay en esa poesía.. un abrazo. angel
ResponderEliminarSiempre me gustó esa canción de Antonio. Cantada por él y cantada por Sabina pero esta "nueva versión" también me ha emocionado.
ResponderEliminarY ¿Qué decir del recuerdo de Mónica a su abuelo? Hoy, este blog es pura emoción.
Esclaramunda