Parece que en esta ciudad no existen problemas que el hombre no pueda solucionar. Ya ocurrió con el Aniversario de la Fundación de la República y el pasado domingo 1 de noviembre volvió a ocurrir. Querían un cielo despejado para el gran desfile y tuvieron el sol más radiante. Ahora hay sequía y ¿qué mejor que la nieve para paliarla? ¡Qué sencillo es vivir en Beijing! Unos cohetes de yoduro de plata y listo ;p Pero como siempre, estamos más enterados de las noticias de España que las de China, así que salimos a celebrar la gran nevada pensando que era la primera de un sinfín que llegarían de manera natural.
Si la Plaza de Tian´anmen es inmensa, para nosotros ese día sus dimensiones parecían ser aún mayores con un viento que aumentaba la velocidad por minutos. Helados, después de dos horas en la calle, volvimos a nuestro hogar con la sensación de haber revivido la infancia. Hoy, una semana después, pronostican más nieve y temperaturas que descienden a un ritmo vertiginoso… ¿Dónde quedaron esos 40 grados? Las visitas no darían crédito después de lo que vivieron.
No creemos que mientras vivíamos en Madrid supiéramos valorar en su justa medida aquellas pequeñas cosas que hoy extrañamos y que tanto esfuerzo nos cuesta realizarlas. (Obviaremos todas aquellas relacionadas con los seres queridos y/o mascotas [no tiene porque ser en ese orden]). Contemplar el cielo azul, escuchar la radio, leer el periódico y ver jugar al Real Madrid. Desde hace algún tiempo esa última cuestión nos quita el sueño. La diferencia horaria respecto a España (+ 7 horas) nos obliga a vivir un derby con legañas en los ojos y sin saber qué hacer después del partido. ¿Nos vamos a dormir o seguimos despiertos? He aquí la cuestión.
Desubicados nos encontramos a las 05 h delante del televisor viendo en la CCTV5 o en BTV, jugar al Madrid contra el Atlético, escuchando la narración de Manola Lama (con un retardo de 20 segundos). ¿Cómo se puede vivir con emoción un partido de esa manera? Como siempre ganamos. Como siempre la culpa fue del árbitro. Como siempre la historia se repite. El año que viene otra vez se oirá aquello de “esta vez sí que sí”. Y mañana nos desvelaremos para oír el choque ante el segundo equipo de la comunidad de Madrid, el Alcorcón. Tenemos una corazonada.
Desde aquí quiero animar a los muchachos (como diría Maradona) del Rayito a seguir disfrutando del partido semanal (por fin en unas buenas instalaciones). Ganar es otra cuestión muy reñida y esquiva con nosotros. Las crónicas que se pueden leer estos días animan a jugar. Ya queda menos.
Ya sabíamos en Tailandia que después del trabajo de campo tocaría echar muchas horas delante de nuestro mejor amigo aquí, el ordenador. Primera meta conseguida. Mitad del trabajo hecho. Sentimos cierto alivio al saber que es posible terminar nuestra experiencia en Beijing con todo terminado, con la libertad necesaria para poder disfrutar de Madrid como es debido. Ahora nos espera otra guía. Tailandia ya no nos parece tan paradisiaca… ¿tendremos que volver para comprobarlo?
El uso que le damos al horno resulta enfermizo. Después del ordenador es el aparato eléctrico que más encendemos durante el día. Nos hemos dado cuenta de la cantidad de posibilidades culinarias que nos brinda, un pescadito, un costillar, la pasta, etc. Sin embargo, para el cocido que nos metimos en el cuerpo hace unos días no hace falta usarlo. Abuelas, madres y otros parientes, no nos creerán, pero la palabra “bueno” es poco para decir cómo estaba. Quizá, lo siguiente.
Chicos, es genial que vengáis con el trabajo terminado... Estoy deseando veros!!!!!
ResponderEliminarLa verdad es que, con el solazo que nos hizo a nosotros, cuesta mucho imaginarse Beijing bajo la nieve...
Yo que vosotros no usaba supositorios chinos, por si acaso: yoduro de plata para hacer llover o nevar. Aquí los ecologístas sólo pensarían en los efectos negativos de esos productos químicos sobre la tierra (ya sabemos que allí tendrían poco que opinar).
ResponderEliminarLo del Atlético sigue siendo de traca. Pero ya el Alcorcón nos alegró la jornada, justo un día después de que cada jugador madridista recibiera un flamante vehículo de su patrocinador. Pero es tontería, al día siguiente cada jugador del Alcorcón se tuvo que poner a currar cada uno en su oficio y a los jugadores del Madrid les tocó una regañina: ¡Ésa es la Grandeza del Real Madrid! (Luego por la noche, a olvidar penas al Pachá).
Todo en esta vida se consigue con mucho esfuerzo y vosotros tendreis lo que os mereceis.
ResponderEliminarSois unos luchadores y no os acobardais con nada.
Os queremos
(mili)
Que pasa chicos!!! Bueno, ya falta menos para veros por casa!
ResponderEliminarDel postderbi sólo deciros la alegría que es volver al curro y comentar las jugadas con los de la ribera del Manzanares... esas caritas de pena frente a nuestra media sonrisa...
En fin, en nombre de los chicos del Rayito, gracias por la mención! Intentaremos estar a la altura de este blog!!!