miércoles, 13 de abril de 2011

La “sin” de Qingdao



Imaginándonos el mapa de China (algo más pequeño que el de Bilbao) en la cabeza escogimos un lugar para realizar una escapada de fin de semana. La mediana y costera ciudad de Qingdao o Tsingtao (provincia de Shangdong), con 8 millones de habitantes, fue la escogida. La breve estancia de los alemanes (1898-1914) dejó una huella en forma de fábrica de cerveza que hoy es su seña de identidad. Con el mismo nombre, la “rubia” Tsingtao es la más popular del país. Paseando por el casco antiguo uno tiene la sensación de estar en alguna localidad de Baviera. Construcciones como la Iglesia Católica, la residencia del gobernador alemán y la antigua estación de tren descolocan al turista occidental ávido de tropezarse con templos rematados en punta y estatuas de Confucio. Además, las empinadas calles empedradas y las viviendas de dos alturas nos recordaron a la Vieja Europa.





¿Quién dijo que en los 18.000 kilómetros de costa china no había ni un rincón donde disfrutar del sol y la playa? Cuando aterrizamos en Qingdao el cielo era gris y no alcanzamos a ver el mar… Parecía que los pronósticos se cumplían. Prontodescubrimos que la ciudad de la cerveza escondía unas playas que nada tenían que envidiar a las españolas. Largas, pequeñas, anchas como una gran avenida, estrechas como las mejores calas, rocosas, de arena dorada. Las había para todos los gustos. Nos faltaron cinco grados más para haber metido los pies en el agua y una pizca de ambiente para sentir de verdad que había llegado el verano a nuestras venas. La Playa del Hombre de Piedra (Shilaoren) quizás fue de las más bonitas aunque no podemos dejar de mencionar aquella a la que tanto nos costó llegar, ferry incluido, la Golden Sand Beach, o lo que es lo mismo, la Playa de Arena Dorada. Y tanto que lo era. Una pena que lo que la rodeaba no fuera más que entretenimientos turísticos algo vulgares y con poco gusto, dirigido a un público en masa y que está descubriendo la cultura del agua salada. Algún día, los chinos también buscarán esa cala perdida entre las montañas donde el silencio sea su único acompañante.




Palabra: cerveza

Fausto pensaba que “Lo que se necesita no se sabe, lo que se sabe no se puede usar”.

3 comentarios:

  1. Bueno no son nuestras playas,pero al menos habeis pisado la arenita.Las fotos muy bonitas

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  2. Y antes de que los alemanes hicieran la fábrica en Tsingtao ¿los chinos ya tomaban cerveza o se aficionaron con esta larga visita?
    Pues la playa no tiene mala pinta pero no sé yo si dejarán así como así su gusto por la piel de porcelana...
    ¿Qué quiere decir DEXIAN LU?

    ESC

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  3. Desde luego que parece Europa , estaba viendo las fotos sin leer lo que decías y pensaba que era un viaje que habíais hecho a otro lugar fuera de China .Claro que viajar en china es como aquí visitar toda Europa y parte del extranjero.

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