lunes, 18 de abril de 2011

Las deportivas del “Pequeño saltamontes”


Domingo, 4.00a.m. Van Gogh, Shanghai. ¿Hora de irse a dormir? No… momento en el que da comienzo el primer clásico que se disputan el Real Madrid y el Barcelona. El bar estaba disfrazado de colores que despiertan pasión. Todos vestíamos nuestras mejores galas mientras que los jugadores estaban preparados para comenzar el partido. Algunos se acababan de despertar, otros sin embargo alargamos la noche tras una siesta forzada que se quedó más bien en ¨cabezadita¨. Pero no había ni uno solo que estuviese aletargado. Los cánticos comenzaron antes que el partido y se sucedieron, variando su intensidad de un bando a otro, durante dos horas. ¡Arranca el partido! Sabemos que no es el más importante, en cuanto a puntos, pero sí lo es para la moral. Pantallas por todo el bar, pizzas que volaban en bandejas directas a las mesas, cervezas y mucha expectación. Cada pieza estaba en su sitio, excepto el sonido. El inconveniente de ver los partidos fuera de casa (éramos primerizos) es que no puedes escuchar la radio, solo a los comentaristas chinos. El primer tiempo pasó más bien desapercibido, sin grandes sobresaltos para ninguno de los dos equipos. O al menos así lo sentimos todos los que estábamos viviendo ese ¨Momento Expat¨. La segunda parte nos levantó de la silla más de una vez, con ataques, contraataques y penaltis. ¿Cómo es posible que dos clubs tan grandes como el R.M. y el Barça no puedan marcar al toque? Bueno… eso es otra historia! El caso es que hubo empate, dentro y fuera del campo. Según amanecía, los aficionados más ocasionales fueron abandonando la grada y cuando el árbitro pitó el final del partido solo quedábamos la mitad de los que empezamos en el minuto uno. En Shanghai era totalmente de día.

No uno, ni dos, ni tres, sino cuatro son los clásicos que se disputarán en las próximas semanas. Esto ha sido solo el aperitivo… Nuestros amigos culés y nosotros madridistas nos volveremos a ver las caras el próximo miércoles (más bien jueves de madrugada). Pero no hay que olvidar algo: afortunadamente solo estamos hablando de fútbol. La tensión del momento se pasa con una buena partida de bolos y un pica-pica.

Parece que la primavera ha llegado a Shanghai. Hay que aprovechar estos dos próximos meses de buen tiempo antes de que el verano nos haga sudar y humedezca los días. Es momento de cambiar nuestros sufridos calzados por algo más fresco y cómodo.  Como si fuésemos unos cazadores de tendencias  hemos echado el ojo a las zapatillas Feiyue. Resulta curioso observar como la mayor parte de la gente que calza esta marca son expat y no chinos. Seducidos por su sencillez y precio investigamos un poco sobre Feiyue. Es una marca que tiene su origen en Shanghai en el año 1920. Fabricada par la práctica deportiva en general y para las artes marciales en particular. El significado de la palabra Feiyue es “volar hacia delante” y simboliza la dual elevación del cuerpo y de la mente. Los famosos  Shaolin y maestros del arte del Kung Fu vestían sus pies con un par de Feiyue. Con el paso del tiempo la marca se hizo mundialmente conocida y muchos clubs de artes marciales extranjeros demandaron miles de pares de zapatillas. Sin embargo, la llegada de otras marcas hizo caer en el olvido a estas deportivas que te hacen “volar”. Así, en el año 2006 un grupo francés compró la patente y trata de recolocarla en el mercado a través de algunos pequeños cambios en el diseño, subirle el precio y ponerle en la etiqueta made in France. Durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008 los participantes calzaron con orgullo unas Feiyue. Bonito homenaje.

La primavera la sangre altera y parece que también anima a viajar a China. Ya son dos las visitas que tenemos por delante. Pronto llegarán los ya especialistas en el gigante asiático, unos padres que se pueden cansar de un país pero recorren 10.00 kilómetros para ver a su hija. Repetir no debe caer en la monotonía, será un viaje diferente donde descubrir nuevos rincones y, tal vez, nuevos destinos. La China más rural con nuestros amigos anfitriones y una escapada improvisada pueden dibujar la ruta. Los viajes improvisados suelen salir triunfantes.

A la relación de visitas que hemos disfrutado durante nuestra estancia en el Gigante Asiático hay que sumar dos nuevos nombres: Miche y Matías. El viaje se ha gestado de inmediato por parte de estos dos valientes que volarán con AeroFlo.

Palabra: rivalidad

"Si el hombre pudiera conocer al prójimo, no idolatraría ni odiaría" Elbert Hubbard

1 comentario:

  1. Hola, pareja:

    Lo primero es lo primero, entre tres blancos y muy buenos: enhorabuena por la copa, seguro que vosotr@s dos la habéis gozado aún más desde ahí, ¡los triunfos futboleros disfrutados en Shanghái que contaréis a vuestr@s niet@s!

    Me encanta leerlos de cuando en cuando y ver que pareceís cada vez más "integrados" en vuestra vida shanghainesa (tener un equipo de futbito es una seña de integración brutal, pero poner verdes a los árbitros... eso ya es como viajar un rato a casa cada semana). Espero que le saquéis todo el jugo posible a vuestra experiencia (tal como parece), y que nos los sigáis contando.

    Por cierto, os veo guapísimos en las fotos de la playa, sobre todo a ti, Galo (¿mérito del modelo o de la fotógrafa?)

    Salud, besos desde Valladolid, Carmen.

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