domingo, 24 de abril de 2011

Pasión por el deporte

El miércoles 20 de abril por fin pudimos festejar un título del Real Madrid en China. La Copa del Rey pone fin a una serie de decepciones vividas a altas horas de la madrugada. La noche no empezó bien. En el último momento el bar donde se supone que íbamos a ver el partido nos dijo que no tenía el canal que lo transmitía. En ese momento comenzó un peregrinaje por los bares de Shanghai donde creíamos que podríamos ver el partido. Después de más de una hora yendo de aquí para allá, no dimos con ningún bar. Nos despedimos de nuestros amigos culés y les deseamos suerte (ellos hicieron lo mismo). Cada mochuelo a su olivo. Nosotros probamos con Roja Directa y funcionó. La imagen entre cortada no impidió que pudiéramos gritar ¡Goooooooooooool! tras el testarazo de Cristiano Ronaldo. Los minutos que siguieron se hicieron muy largos, pero finalmente el árbitro pitó el final del partido y festejamos que el Madrid volvía a levantar un nuevo título. Recibimos llamadas desde  Madrid y compartimos con ellos la alegría. Deportivamente los amigos culés nos dieron la enhorabuena y nos citamos para este miércoles en la semifinal de la Champions.

Un descubrimiento del pasado, una visita del presente. El Century Park se ha convertido hoy en una visita de domingo. Al otro lado del río, en Pudong, es el parque más grande de Shanghai. Pronosticaron buen tiempo y altas temperaturas pero el sol ha estado escondido entre las nubes. Los chinos aprovechan sus días libres para reunirse con la familia, no sólo con los hijos, también con los abuelos. Llegan equipados con la intención de pasar un día al aire libre, jugando al bádminton, a las cartas o comiendo esa comida preparada en tapers antes de salir de casa. Verdaderamente como si estuviesen en el campo, cargan sus tiendas de campaña de Quechua y las despliegan unas junto a otras a modo de adosados. Pasan de ser armario de sus bártulos a ser auténticas habitaciones con colchones incluidos. En su gran lago navegan las barcas a motor que los locales no dudan en coger, los más jóvenes montan en tándem y los ¨laowai¨ (como llaman a los extranjeros en China) viven el Parque Centenario como un oasis entre los rascacielos de la ciudad.

Shanghai está dividida en dos mitades, como dos historias. Puxi (al oeste del río) y Pudong (al este) se miran al espejo y no se encuentran. Son la cara y la cruz, el pasado y el futuro. Para un viandante, cruzar el río en días de calor puede llegar a ser más que un excursión.Menos mal que llevábamos nuestras Feiyue...


Palabra: deportividad.
G.K. Chesterton dijo ¨Los cuentos de hadas son bien ciertos, pero no porque nos digan que los dragones existan, sino porque nos dicen que podemos vencerlos¨.

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